Muchas personas se sienten incómodas cuando son invitadas a una comida formal, todo porque desconocen cuáles son las normas
básicas de comportamiento en la mesa o porque creen que todo el mundo los irá a observar. En realidad no es nada del otro mundo y no hay que sentirlo como tal, simplemente haz uso de tu sentido
común ¡y a disfrutar! Eso sí, no olvides estas sencillas reglas de educación y protocolo:
SIEMPRE
Comer moderadamente. Aunque esté delicioso siempre es mejor evitar la glotonería.
Colocar la servilleta sobre las piernas apenas nos sentamos a la mesa.
Utilizar los cubiertos de afuera hacia adentro. Además de ser la manera adecuada para utilizarlos, si no lo hacemos así, es posible que nos quedemos sin los cubiertos necesarios para el siguiente servicio.
Esperar para empezar a comer hasta que lleguen los platos de los demás en la mesa. Claro está que si en la mesa hay 50 personas, con los 5 de alrededor basta.
Apoyar las muñecas y los antebrazos sobre la mesa, nunca los codos.
Llevar un presente al anfitrión en agradecimiento por habernos invitado.
NUNCA
Masticar con la boca abierta o hablar con comida. Mi compañero no tiene por qué saber si mis dientes trituran bien la comida.
Utilizar el celular o textear durante la comida. Las personas con las que estoy merecen mi atención y respeto, cuando le hablo a alguien me gusta que me escuchen.
Beber con comida en la boca. Nada más desagradable que una copa con restos de aceite de la ensalada, restos de comida en la superficie, etc.
Llevar el cuchillo a la boca. De muy mala educación, además se podría cortar.
Sacudir o jugar con la servilleta. La servilleta se hizo para limpiarnos la comisura de los labios y proteger la ropa de la comida que (aunque nunca debería ocurrir) pudiera caer. Una vez terminemos de comer se debe doblar y dejar a un lado sobre la mesa.
Usar palillos o hurgarse los dientes en la mesa. Por más que en algunas ocasiones los coloquen sobre la mesa, para eso existe un lugar íntimo y además con espejo… ¡el baño!
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